Oficialismo y organizaciones sociales coinciden en rechazar el uso de semillas transgénicas, aunque desde diferentes puntos de vista. El senador Carlos Romero (MAS) afirma en la cumbre “Sembrando Bolivia” que el planteamiento del uso de transgénicos es de carácter economicista que busca incrementar las ganancias de los agroproductores. Según su criterio este tema puede polarizar el debate en el evento nacional que fue inaugurado hoy por el presidente Evo Morales en Santa Cruz de la Sierra.
En el mismo sentido los máximos representantes de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Rodolfo Machaca y Mario Chambi, rechazan el uso de estos productos porque son dañinos a la salud humana y de la Madre Tierra.
Sin embargo, los criterios campesinos no coinciden con el pedido de Morales a los pequeños productores en sentido de que garanticen la alimentación a los bolivianos si es que no quieren que se use semillas transgénicas.
Los agroempresarios, por su parte, reiteran su solicitud del uso de semillas transgénicas para cultivo de arroz, trigo y algodón además de la soya, con el argumento de que así se garantizará el abastecimiento alimentario para el país y se promoverá el crecimiento del sector.
A lo largo de la jornada estas dos visiones, estas dos agendas sobre la cuestión agraria se confrontan en la Cumbre que busca un acuerdo nacional no solo sobre el uso de semillas genéticamente modificadas sino también sobre seguridad jurídica para los empresarios, reducción del control de la FES, entre otros.
Las organizaciones sociales del Pacto de Unidad mantienen su rechazo a los transgénicos y a la ampliación del plazo en el control de la FES.
Al cierre de la mitad de jornada el vicepresidente, Álvaro García Linera rehusó hacer declaraciones sobre los temas tratados en la Cumbre.