Entrevista a Alison Spedding (A.S.) reconocida investigadora de la temática, doctora en Antropología Andina del London School of Economics y docente de la carrera de Sociología en la Universidad Mayor de San Andrés.
DOCE: En el último tiempo se han producido algunos conflictos violentos por la expansión de los cultivos de coca en diferentes regiones del país --un ejemplo es lo ocurrido en Palos Blancos (La Paz) ¿Cómo cree que se podría gestionar este tipo de situaciones?
A.S.: Realmente no me es muy claro cómo se puede gestionar este tipo de situaciones, personalmente yo estoy más de acuerdo con que la corriente de que la violencia es inevitable por que convivimos con ella, yo personalmente digo haz la guerra y no el amor.
Todo se debe a la pésima definición de las supuestas áreas de cultivo en la Ley 1008 (del Régimen de la coca y sustancias controladas), y lo que yo estoy enterada de la nueva ley de la coca --de los varios borradores existentes-- es que no hay definiciones precisas en cuáles áreas se extienden o no los cultivos. Por ejemplo, los borradores de la Ley que he visto siguen sin mencionar la provincia Caranavi que fue creada el año 1996, y la Ley 1008 es del año 1988, y aun no se ha incorporado; luego menciona las áreas donde históricamente se ha cultivado coca, entonces cabe la pregunta ¿desde cuándo es históricamente?, si son áreas pre-hispánicas o del siglo XVI incluye a varias zonas donde en la actualidad no se cultiva coca.
Las áreas que se deben al narcotráfico sí o sí son excedentarias, aunque la misma definición es ridícula; excedentaria es cuando el producto se queda en el suelo por que no hay compradores, es un título ideologizado. Entonces, se debería trabajar seriamente en cuáles son los criterios que definirán las áreas autorizadas (para el cultivo de coca).
DOCE: Desde su perspectiva; ¿Sería posible conciliar la ampliación de los cultivos de coca --que responden a los intereses económicos de los productores-- con las políticas de Estado de contención y erradicación?
A.S.: Bueno el problema de fondo es global, recién en México están hablando de legalizar las drogas porque el problema es realmente grande. En Bolivia de ninguna manera es tan grave y los niveles de violencia aún son marginales. Acá la ilegalidad de la coca distorsiona el mercado, así como la política hipócrita, y lo lamentable es que a mayor control, mayores son las ganancias excepcionales que algunos obtienen. En este sentido no va ser posible conciliar, sólo cuando se legalice toda la coca.