Comunidad / agosto 2010
Marcha de indígenas dejó sin sabores
El 23 de julio la VII marcha indígena del oriente boliviano concluyó. Los protagonistas de la movilización consiguieron varios acuerdos con el gobierno central, aunque en el camino debieron renunciar a otros.
“Hemos decidido romper el diálogo con el Gobierno y esta vez con un cuarto intermedio en la marcha que se va a detener y cada regional volverá a sus comunidades”, informó a los medios de comunicación, ese 23 de julio, el dirigente de la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB), Johnny Rojas.
En la ocasión, el representante añadió: “Nosotros nos vamos conformes por haber incorporado nuestras demandas en la Ley de Autonomías, pero los proyectos de desarrollo son una derrota para nosotros, lo aceptamos y somos conscientes de que no siempre se gana”.
La medida de protesta comenzó el 21 de junio, en Trinidad (Beni), y convocó a los afiliados de la CIDOB, aunque el pueblo Guaraní no participó de la manifestación. Los marchistas tenían la intención de llegar a La Paz.
Las principales demandas indígenas fueron: la aceleración del saneamiento de tierras, anulación de concesiones forestales y mineras en su territorio, financiamiento y ejecución de varios proyectos de desarrollo y la autonomía plena.
Las columnas de movilizados avanzaron hasta el departamento de Santa Cruz. En esta región, y en dos ocasiones, detuvieron la medida de protesta.
La primera parada se cumplió en el municipio de Guarayos, entre el 2 y 19 de julio. Después, los indígenas llegaron a la población de San Ramón el 22 de julio y suspendieron la marcha al día siguiente. |
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