Boletín Trimestral DOCE N° 11: Conflictos de tierra y recursos naturales en Bolivia
Boletín 12 busca contribuir al conocimiento de la realidad agropecuaria a través de la difusión periódica de información sobre conflictos por tierra y recursos naturales: notas, datos estadísticos, cronología de los principales hechos de conflictividad y temas de análisis.
En este nuevo trimestre, hemos privilegiado el análisis sobre las tensiones y conflictos por la expansión de las manchas urbanas en las principales ciudades. La urbanización es un fenómeno que no solo afecta a las ciudades del eje central sino también a otras ciudades capitales e intermedias. El gobierno aprobó distintas medidas legales para que los gobiernos municipales fijen su radio urbano para deslindar lotes urbanos y tierras rurales. Este proceso quizá es una de los desafíos más grandes que los alcaldes y autoridades departamentales no han podido resolver por muchos años.
El deslinde entre lo rural y urbano no es un simple trámite administrativo sino implica cambiar la naturaleza del derecho propietario debido a que las tierras del sector rural se gobiernan bajo la ley de tierras, en este caso bajo la Ley 1715 del INRA y Ley 3545 de Reconducción Comunitaria de 2006.
Pero estas tareas de deslinde no son nada fáciles. Muchos municipios arrastran por décadas conflictos por delimitación intermunicipal en las zonas donde justamente crecen las manchas urbanas. Las tensiones y conflictos son permanentes. Eso da lugar a que la urbanización esté en manos de negociantes y traficantes de tierras quienes construyen o venden tierras en nuevas zonas de asentamientos y sin ningún tipo de planificación urbana ni previsión de servicios de energía eléctrica, salud, educación, agua, alcantarillado, etc.
La expansión descontrolada de las manchas urbanas también genera otro tipo de problemas. Especialmente las comunidades campesinas pierden rápidamente control sobre sus propiedades, reciben la menor parte de las compensaciones económicas o simplemente son expulsadas por los traficantes y gente con poder económico. Por otro lado, mucha gente pobre que compra lotes de terreno en zonas periurbanas sufre problemas similares al ser víctimas de vendedores inescrupulosos de propiedades, sin documentación ni autorización. Con el tiempo, mucha gente pierde todo cuando aparecen otros dueños o los gobiernos declaran ilegal las nuevas construcciones.
Otro tema que debe llamarnos la atención es la conversión de tierras agrícolas a tierras urbanas. Esto significa problemas para la producción de alimentos. La seguridad alimentaria se ve seriamente afectada cuando las obras de cemento avanzan sobre tierras agrícolas. Los problemas de abastecimiento de alimentos crecerán en el mediano plazo.
Este número del Boletín 12 ofrece una modesta contribución para poner en agenda pública este tema de manchas urbanas y sus consecuencias.
En este nuevo trimestre, hemos privilegiado el análisis sobre las tensiones y conflictos por la expansión de las manchas urbanas en las principales ciudades. La urbanización es un fenómeno que no solo afecta a las ciudades del eje central sino también a otras ciudades capitales e intermedias. El gobierno aprobó distintas medidas legales para que los gobiernos municipales fijen su radio urbano para deslindar lotes urbanos y tierras rurales. Este proceso quizá es una de los desafíos más grandes que los alcaldes y autoridades departamentales no han podido resolver por muchos años.
El deslinde entre lo rural y urbano no es un simple trámite administrativo sino implica cambiar la naturaleza del derecho propietario debido a que las tierras del sector rural se gobiernan bajo la ley de tierras, en este caso bajo la Ley 1715 del INRA y Ley 3545 de Reconducción Comunitaria de 2006.
Pero estas tareas de deslinde no son nada fáciles. Muchos municipios arrastran por décadas conflictos por delimitación intermunicipal en las zonas donde justamente crecen las manchas urbanas. Las tensiones y conflictos son permanentes. Eso da lugar a que la urbanización esté en manos de negociantes y traficantes de tierras quienes construyen o venden tierras en nuevas zonas de asentamientos y sin ningún tipo de planificación urbana ni previsión de servicios de energía eléctrica, salud, educación, agua, alcantarillado, etc.
La expansión descontrolada de las manchas urbanas también genera otro tipo de problemas. Especialmente las comunidades campesinas pierden rápidamente control sobre sus propiedades, reciben la menor parte de las compensaciones económicas o simplemente son expulsadas por los traficantes y gente con poder económico. Por otro lado, mucha gente pobre que compra lotes de terreno en zonas periurbanas sufre problemas similares al ser víctimas de vendedores inescrupulosos de propiedades, sin documentación ni autorización. Con el tiempo, mucha gente pierde todo cuando aparecen otros dueños o los gobiernos declaran ilegal las nuevas construcciones.
Otro tema que debe llamarnos la atención es la conversión de tierras agrícolas a tierras urbanas. Esto significa problemas para la producción de alimentos. La seguridad alimentaria se ve seriamente afectada cuando las obras de cemento avanzan sobre tierras agrícolas. Los problemas de abastecimiento de alimentos crecerán en el mediano plazo.
Este número del Boletín 12 ofrece una modesta contribución para poner en agenda pública este tema de manchas urbanas y sus consecuencias.