Hace dos años que la redacción de la Carta Orgánica Municipal de Caquiaviri se encuentra paralizada. Según el secretario del Concejo Municipal, Germán Choque Catacora, porque en esa jurisdicción prevalecen la FDTCLP-TK y el CONAMAQ. “Los mallkus no están definiendo si vamos a continuar como municipio o vamos a ser un municipio indígena originario. A consecuencia de eso estamos en statu quo desde 2011”, afirma la autoridad edil.
Con esas palabras Choque explica que las autoridades originarias afiliadas a la organización indígena tienen la idea de convertirse en una TIOC. Pero la perspectiva del Secretario del Concejo es clara, piensa que la redacción de lo que llama la “miniconstitución” tiene que ser clara en cuanto a la elección de los futuros alcaldes y concejales de Cauquiaviri. Obviamente opta por el modelo municipalista en consonancia con la organización sindical de los campesinos.
El saneamiento de tierras y el propósito de contar con títulos individuales también exigen una decisión de los comunarios. “¿La pregunta es cuál (de esas organizaciones) entonces? Porque nosotros queremos saneamiento simple, queremos ser propietarios, queremos ser dueños, queremos tener nuestros títulos individuales, pero ahora nos dicen que no podemos ser CONAMAQ, solamente con el sindicalismo podemos hacer ese saneamiento individual”, explica Paulina Suntura de la comunidad Chocorosi.
Como una postura intermedia, Choque afirma que la Carta Orgánica de su municipio debería contemplar claramente “quiénes van a sumir nuestras markas, porque ahora no hay corregidor ni agente cantonal, de acuerdo a la Ley Nº 031 de autonomías y descentralización”. De ese modo propone que las autoridades originarias permanezcan, aunque bajo el modelo municipal.
El concejal refuerza su postura mostrando consideración por la decisión de las autoridades originarias respecto de la Carta Orgánica. “Por eso esperamos que los mallkus nos autoricen e inmediatamente nosotros asumimos y levantamos el cuarto intermedio y concluimos nuestra Carta Orgánica como municipio”, afirma Choque.
Entretanto, ¿qué harán los comunarios de Chocorosi? Suntura explica el primer domingo de junio será una fecha clave porque en una reunión adoptarán una decisión sobre la disyuntiva. “Ahora dicen que podemos hacer el saneamiento TCO (por TIOC) colectivo con CONAMAQ. Ahora si somos de CONAMAQ no podemos hacer saneamiento individual”, afirma preocupada.
A modo de ilustrar el nivel del conflicto, Suntura comenta que en su pueblo hay una autoridad posesionada por el sindicalismo, pero que todos los demás sullka mallkus están con CONAMAQ.
Esta situación tiene antecedentes en la historia reciente, afirma el investigador Paulino Guarachi de Fundación TIERRA. El conflicto se remonta al asesinato del alcalde de Ayo Ayo (provincia Aroma de La Paz), Benjamín Altamirano en junio de 2004. Guarachi explica que una de las razones de ese crimen fue que la víctima trabajaba con el CONAMAQ y los concejales de Ayo Ayo, pertenecían a las filas de la federación campesina.
El especialista explica que en la provincia paceña de Ingavi se produjo una similar controversia, pero que a principios de la década de 2000 los mallkus determinaron permanecer afiliados a la federación campesina. De ese modo coexiste una estructura sindical externa con una estructura interna de autoridades originarias.
Guarachi argumenta: “En Ingavi el 80 por ciento de la población tiene títulos individuales, heredados de la Reforma Agraria de 1953, pero todos se someten a la autoridad originaria comunal. La titulación individual no es una limitante para estar afiliados a CONAMAQ”.
|
Datos de Caquiaviri Es un municipio con una población aproximada de 17 mil habitantes. 22 de sus 72 comunidades están trabajando en el saneamiento de tierras. La zona norte y central del municipio está constituida por ex haciendas con títulos individuales de la Reforma Agraria de 1953. El resto del territorio municipal tiene títulos pro indiviso, es decir, comunales. |