Además de constituir la principal fuente de ingresos para los indígenas del territorio Tacana II, la castaña es una salvaguarda real contra la deforestación en la región y en la Amazonia, de donde este fruto es original, según la explicación contenida en el documento “Consulta previa a las comunidades tacanas”.
La información contenida en ese texto indica que la castaña es el fruto del árbol de castaña que crece en forma natural y silvestre solamente en los bosques amazónicos de Bolivia, Brasil, Perú y parte de Colombia y Guayanas. Pero, ¿qué convierte a este vegetal en un real protector del bosque amazónico? Su relación intrínseca con el ecosistema amazónico, según la explicación anotada en el documento. Los árboles castañeros alcanzan los 25 metros de altura en promedio y requieren de un entorno natural de bosques para la reproducción cíclica de los frutos. Sus flores dependen de ciertos tipos de abejas de orquídeas para la polinización, ambas existentes en la Amazonia, y, una vez polinizadas, se desarrolla un coco que contiene el promedio unas 20 semillas o frutos secos, que anualmente caen al suelo de los bosques. Debido a este intrincado ecosistema que rodea al árbol de castaña, la producción está ligada indisolublemente a la Amazonia.
Desde otra perspectiva, se explica que ninguno de los intentos por producir castaña en forma comercial, con plantaciones en Brasil, ha sido exitoso, según Oxford Companion to Food and Drink. “Por eso, se anota en el documento, la castaña se constituye en una efectiva salvaguarda contra la deforestación”.
Fuente de ingresos indígenas
En la actualidad, prácticamente todas las familias tacanas dependen de la recolección y comercialización de la castaña. La caza y la pesca también son actividades importantes, pero no tienen carácter comercial sino que son para el autoabastecimiento de alimentos, se explica en el texto “Consulta previa a las comunidades tacanas”. La extracción de la madera es una actividad que sobre todo se asocia a prácticas ilegales de tala de árboles y muchas veces motivados por intereses externos.
Existe consenso entre todas las familias que esta actividad es la base económica que genera casi la totalidad de los ingresos económicos del año. Si bien es una fuente atractiva de recursos económicos, también es evidente la alta dependencia de las comunidades de esta actividad.
Actualmente Bolivia es el mayor exportador de castaña. El promedio anual de producción está por encima de 24 mil toneladas y el 98% es para la exportación. En 2015 el valor de exportación de castaña registró un récord, alcanzando 192 millones de dólares por la venta de 26 mil toneladas. El comportamiento de los años posteriores es similar y se espera superar los 200 millones de dólares en los próximos años.