“Esta parcela es la envidia de la comunidad”, dice Martha Rodríguez, Mallku Tayka de la Comunidad Pillapi del municipio de Tiahuanacu, mientras observa que su cultivo de papa está con un follaje más desarrollado que el resto de las chacras vecinas. La diferencia que hay entre cultivos tiene que ver con la implementación de un procedimiento experimental aplicado para mejorar la productividad agrícola, proceso que ayudó a 17 familias a recuperar el cultivo de este tubérculo en medio de la sequía y las heladas que azotaron a esa región.
Este procedimiento experimental comenzó el 18 de noviembre de 2022 en un área colectiva de aproximadamente media hectárea, donde se realizó la siembra de 30 quintales de semilla de papa certificada, insumos que fueron dotados por la Fundación TIERRA en el marco del proyecto Creando cambios en políticas y prácticas municipales para el desarrollo agrícola con el apoyo de Fundación Interamericana (FIA).
“Nosotros hemos hecho caso a todo lo que nos han enseñado y mira cómo está el cultivo de papa”, destaca Lucas Mamani (70), antiguo comunario de Pillapi, quien se mostró sorprendido por los resultados cuando se realizó una evaluación al desarrollo del cultivo.
El procedimiento experimental fue aplicado con el apoyo de dos egresadas de la carrera de Agronomía de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA)-Estación experimental Patacamaya, quienes desde de la siembra acompañaron en la selección de semilla certificada; la aplicación de productos para evitar la propagación de diversas plagas y enfermedades; y el uso de abono natural bovino y ovino.
“Tenemos que fijarnos bien de dónde viene la semilla. Puede ser que compremos de lugares donde se ha infectado con enfermedades y plagas. En este caso se ha utilizado semilla certificada que hay en las tiendas agropecuarias, en las asociaciones de productores de papa”, precisó Rosmilda Quispe, una de las técnicas. El producto fue adquirido de la Fundación para la Promoción e Investigación de Productos Andinos (PROINPA), que es una institución que desarrolla tecnología para el manejo agroecológico de cultivos.
El desarrollo de la parcela colectiva, desde el momento de la siembra, sufrió el estrés provocado por eventos climáticos. Inicialmente atravesó por una prolongada sequía, y luego, cuando las plantas ya tenían 15 cm de altura fueron dañadas severamente por una fuerte helada. Ante esta situación, los comunarios se movilizaron y coordinaron acciones de respuesta con las agrónomas de la UMSA y de TIERRA. Tras una primera evaluación, se decidió aplicar Vigortop Plus, un abono líquido y bioestimulante que promueve el crecimiento de la planta y que también actúa para contrarrestar los daños provocados por esos dos fenómenos.
“La primera vez que vinimos a hacer el monitoreo, cuando llegó la helada, el 100% de las plantas estaban afectadas. A esos brotes les hemos aplicado el Vigortop foliar (que se aplica a las hojas) que ha ayudado a la recuperación”, explicó Quispe. Al cultivo, también se adicionó Gomax, que es un adherente que permite que el fortificante permanezca más tiempo sobre las plantas. Con estas prácticas se pudo recobrar el 90% del cultivo.
Los daños por la sequía y las heladas en el resto de parcelas de la comunidad fueron severos, lo que afectó notablemente su crecimiento. La diferencia con los otros sembradíos es notoria por el volumen que tienen las plantas.
Al cabo de dos semanas, se realizó una segunda aplicación de Vigortop Plus, con la finalidad de continuar estimulando la recuperación y desarrollo del cultivo. Sin embargo, durante la verificación se constató un segundo problema por el hallazgo de grandes cantidades de gorgojo de los andes (también conocido como gusano blanco), un insecto plaga que en etapa de larva daña el tubérculo formando túneles en los que depositan sus excrementos y en etapa adulta se come las hojas de la papa. Esto puede provocar una pérdida de entre 5% y 50% de cualquier producción.
Por ese motivo, se aplicó de forma conjunta el insecticida Kárate (etiqueta amarilla), producto que es más amigable con el medio ambiente a diferencia de su versión roja. Quispe recomienda que este insecticida se aplique a las plantas cuando el 80% del cultivo haya emergido o tenga 10 centímetros de altura.
Aunque no estuvieron desde la preparación del suelo, la agrónoma recomendó que en la etapa de presiembra es importante remover la tierra. “El gorgojo tiene etapa adulta en la que está durmiendo, entonces tenemos que remover la tierra de tal manera que le afecte el sol y la helada para que se elimine”.
Tiahuanacu es parte de la provincia Ingavi, del departamento de La Paz, que junto a Omasuyos, Camacho, Pacajes y Aroma fueron declaradas en emergencia por la sequía en enero de este año. Las provincias ubicadas en el altiplano central de La Paz producen principalmente papa, cebada forrajera, alfalfa y cebada en grano (ver gráfico).
Aunque los efectos climáticos fueron de consideración en la región, las 17 familias de la comunidad Pillapi están esperanzadas en que tendrán una buena cosecha en los próximos meses. “Nos hemos capacitado en manejo de plagas y enfermedades como el gorgojo. Antes yo no sabía esas cosas”, resaltó con satisfacción Rodríguez, quien agradeció por los resultados alcanzados hasta el momento.