En medio de una indignación generalizada porque se da más atención a la pugna política del Movimiento Al Socialismo (MAS) en La Paz y a las actividades de la Expocruz y la celebración de la efeméride en Santa Cruz, este 24 de septiembre cientos de habitantes del municipio de Concepción, en la Chiquitanía, salieron a protestar por falta de atención de las autoridades para mitigar el fuego que castiga a esa región desde hace casi dos meses.
“Todo esto es lamentable. Nos duele en lo profundo del alma, como tenemos esta capacidad de hacer festejos, de pensar en otros temas cuando está sangrando nuestro territorio, cuando nuestro pulmón se está haciendo cenizas. Nos sentimos abandonados. Los propios habitantes están como bomberos voluntarios y están luchando para ganarle al fuego”, contó indignada Marcela Chuvé, dirigente de la comunidad Corazón de Jesús de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Monte Verde.
La marcha de protesta “de duelo y luto” se inició cerca de las 09.30 de la mañana y participaron de ella diversidad de sectores como juntas de vecinos, indígenas de las tierras comunitarias afectadas por las quemas, jóvenes, asociaciones de comerciantes y autoridades demandando ayuda para la región. La marcha que se realizó este martes es la segunda que se lleva adelante para recibir atención de las autoridades frente al fuego que avanza lentamente hacia la región.
La primera se hizo el lunes en Monte Verde, luego de que el sábado se levantara la alerta debido a que los vientos movieron el rumbo de tres grandes incendios que todavía amenazan con unificarse en esa TCO, como una forma de llamar la atención de las autoridades para evitar una catástrofe.
Durante el acto de protesta, se exigió la retirada de los policías y militares que llegaron al lugar porque su permanencia significa un gasto de recursos que pueden ser invertidos en otras prioridades, además de considerar que el personal solo se dedicaba a hacer rondas que no incluyen el combatir el fuego.
“Queremos mandar un mensaje claro, Concepción está más unida que nunca. Están destruyendo nuestra casa, están destruyendo la herencia que queremos dejar a nuestros hijos. Por eso insto a todas las instituciones que hagamos un comité defensor de nuestra flora y nuestra fauna, porque nadie nos va a defender, sino nosotros mismos”, declaró el alcalde de Concepción, Mauricio Viera.
Bomberos voluntarios arriesgan su vida
La situación en Monte Verde se ha vuelto insoportable. En el lugar el ambiente fue copado con un fuerte olor a quemado que afecta a las personas con dolores de garganta y molestia en los pulmones. En el aire se puede sentir cómo la ceniza se transporta con el viento, como si se tratara de diminutos copos de nieve. De hecho, si una persona luego se toca el rostro con las manos, se le queda la marca de hollín, como muestra de la silenciosa contaminación que se queda en el cuerpo.
Pese al visible daño que puede dejar en las personas, Chuvé cuenta cómo los bomberos voluntarios arriesgan su vida para luchar contra el fuego. Cargados de mochilas con bombas pequeñas, machetes y linternas realizan recorridos diarios para tratar de evitar manualmente que las llamas se propaguen.
“Ahora cinco comunidades estamos dándole pelea al fuego, no queremos quedar en cenizas. Nosotros nos hemos organizado con cuadrillas de bomberos comunitarios porque conocen sus puntos y coordenadas. Como viven en el lugar, está dando resultado. No hay tanto protocolo para entrar al monte. Ayer, (lunes) en unos sectores el fuego los ha vencido. Ellos entran cada dos días y casi ya no salen más. Es un desastre y no llega ayuda”, cuestionó.
La dirigente calcula que al menos 12 viviendas fueron arrasadas por el fuego, motivo por el cual las personas comenzaron a salir de sus lugares de origen. De hecho, algunas autoridades pidieron a los otros habitantes evacuar el lugar, lo que descartaron por no tener dónde ir.
La situación que se refleja en Monte Verde se repite en Urubichá, Bajo Paragua y no hay solución, protestaron los manifestantes durante la marcha.
“Que nos maten en este momento. Estos jóvenes que están cuatro meses y aun así no ha sido suficiente. Hay mucha gente interesada en la movilización, en nuestros bosques, en el agua que tenemos. No vamos a rifar nuestra tierra, nuestro aire. Nosotros como concepcioneños no nos vamos a ir nunca de este lugar”, protestó a su turno José Casanova, quien remarco que los pobladores están decididos a combatir el fuego, aunque sea con sus manos.