Cuatro abordajes especializados sobre la problemática de la tierra, el territorio y el desarrollo sostenible en Bolivia se gestan buscando contribuir al debate sobre estas temáticas en el país y en el marco de la Estrategia Nacional de Involucramiento de la Coalición Internacional por la Tierra (ENI-ILC, por su sigla en inglés).
Estas iniciativas son parte del proceso de conformación de la red de trabajo en torno a la problemática agraria para articular esfuerzos sobre tierra-territorio y recursos naturales en favor de comunidades indígenas, originarias, campesinas y mujeres rurales en el país.
Pertinencia
Gonzalo Colque, director de TIERRA –institución que coordina la ENI-ILC en Bolivia–, opina que estas investigaciones son pertinentes en el escenario de post-titulación de tierras “…porque investigan las relaciones sociales y comunitarias que se producen al margen del arreglo social que es la parte jurídica de la titulación”.
A propósito de lo planteado por los investigadores reunidos en un taller de planificación metodológica, Colque comenta que la propiedad jurídica de la tierra no es determinante para el control real de la misma. Este es su argumento: “El control de la tierra, de la propiedad, del usufructo y del beneficio que da el usufructo no se sustenta únicamente en los títulos de propiedad, sino veamos a todos los soyeros de Santa Cruz, ellos no tienen derechos de propiedad consolidados, pero generan renta, usufructúan la tierra, tienen control regional sobre esa propiedad y la renta, y el Estado acepta y admite (esta situación). Es una muestra de otro contexto pero de que la propiedad de la tierra en términos jurídicos no es el punto de llegada ni el punto de partida de nada”.
José Núñez del Prado, investigador del Postgrado de Ciencias del Desarrollo de la Universidad Mayor de San Andrés (CIDES-UMSA), también considera que las investigaciones son pertinentes para el conocimiento de la sociedad. Sobre la problemática del minifundio, que es objeto de su estudio, afirma que hay varias indagaciones sobre el latifundio, pero que muy pocos se ocupan del minifundio.
Explica que el primer abordaje a la problemática del minifundio consistirá en observarlo tal y como está. En la segunda fase se estudiará la relación que tiene el minifundio con la nueva ruralidad. Un tercer momento de investigación se enfocará en políticas públicas referidas a la tierra, que se abren con el proceso de cambio, la economía comunitaria, las empresas comunitarias.
Núñez del Prado piensa que cuando concluyan el valor de estas iniciativas será “aportar al debate del tema para tratar de llegar a una política pública”.
Coincidiendo con la opinión sobre la pertinencia de estas iniciativas, el investigador Sergio Vásquez afirma que en Aiquile-Cochabamba, región donde trabaja, hay una tendencia de la individualización de la tenencia de la tierra, incluso dentro de Tierras Comunitarias de Origen. “Las áreas colectivas se han reducido, dice, y el título de propiedad no resuelve el problema de la tierra”.
Vásquez avanza en la consideración de la problemática y la liga al ámbito de la seguridad alimentaria. Sostiene que su trabajo investigativo busca conocer “cómo estas áreas (individuales o colectivas) están vinculadas a la visión de desarrollo o a la seguridad alimentaria”. En esa línea, afirma que “Hay una fuerte tendencia en las familias a producir un solo producto”.
En relación con este tema específico, Coque considera que es pertinente “…tratar de entender qué mecanismos, qué fuerzas están por detrás de este proceso de individualización o de frenos comunitarios que existen para la propiedad colectiva”.
Las investigaciones
|