La investigación —que es parte de una iniciativa conjunta entre la Fundación y TIERRA y Welthungerhilfe (WHH)— busca analizar y entender por qué este pueblo no tiene un territorio, considerando que en Bolivia el proceso de saneamiento de tierras fue encarado con especial énfasis en el reconocimiento de territorios indígenas, tanto en tierras altas como en tierras bajas.
“Aquí en este río pescábamos, pero ahora, sin este río (no tenemos nada). Era como que nosotros no tuviéramos el aire. Por eso nuestro derecho siempre ha sido así, (caminar, navegar) libremente. Es el río a donde yo voy y siempre voy a ir, y allí voy a morir, andando como costumbre e indígena ese ejja. Escuchen que hay indígenas, que no pueden cuartar nuestro derecho, porque nosotros tenemos derecho igual que ustedes. Escuchen de nuestra boca”, contó Ocampos.
A su turno, Torrez, contó cómo fue el proceso que atravesó su pueblo para que se convierta en una comunidad indígena y buscar beneficiarse con el reconocimiento de un territorio. “Antes no sabíamos qué era comunidad o qué era organizar. Íbamos río arriba o abajo en canoas. Éramos nómadas. Nuestros abuelos no estaban en un solo lugar, era la costumbre de nosotros. Ahí se creó Eyiyoquibo (que significa pie de montaña en lengua originaria) vivíamos en casas de hojas y bajábamos por los ríos en canoas (…). Ahora vivimos en 10 hectáreas de terreno, con 90 familias que llegan a 400 personas. Estamos sumamente apretados”, relató.
Los ese ejjas de Eyiyoquibo, pueblo indígena de la Amazonía de La Paz, tenían su medio de vida tradicional dependiente de la pesca. Por ello vivían en la rivera de los ríos, moviéndose con libertad por los afluentes. Eyiyoquibo está ubicada en el municipio de San Buenaventura, en las cercanías del centro poblado del mismo nombre, entre las riberas del río Beni y la carretera San Buenaventura-Ixiamas.
Torres recordó que los ese ejjas siempre fueron familias de pescadores. Pero la actividad que antes podían ejercer libremente, ahora está restringida, por ejemplo, por la Naval, que es la que controla su circulación en los ríos. “No entendemos de papeles. Ahora también nos afecta la contaminación del mercurio”, ratificó.
La comunidad Eyiyoquibo es un caso emblemático de reductos de poblaciones indígenas semi aisladas de la Amazonía que no tienen territorio. Esta compleja realidad es abordada en el informe “Ese ejja de Eyiyoquibo, pueblo indígena de contacto inicial”. Una de las razones tiene que ver con su condición de contacto inicial que minimizó las posibilidades de ejercer sus derechos territoriales ante el Estado.
El documento tiene seis capítulos. En el primero se hace el esfuerzo de poner en discusión el concepto de contacto inicial y revisar de manera crítica el abordaje de la cuestión indígena en las políticas y normas agrarias. El capítulo dos comprende el estudio de caso, centrado en la situación del pueblo indígena ese ejja de Eyiyoquibo.
El tercer capítulo explica el proceso de despojo silencioso y exclusión territorial de este pueblo y refleja la situación actual de sus derechos sobre un “nuevo territorio” otorgado por el INRA como repuesta tardía a su necesidad de un espacio de vida. El capítulo cuatro analiza la sobrecarga laboral de las mujeres; se abordan también las acciones de resiliencia que ellas están liderando. Finalmente, en los capítulos cinco y seis se presentan algunas conclusiones y recomendaciones.