A la izquierda, Miguel Supa acompañado por el abogado de la Defensoría del Pueblo, Boris Apaza, y el corregidor de San Miguel, Noe Macuapa.
“Era un sufrimiento. Es la primera vez que he sido acusado, era una calumnia, pero he cumplido con los deberes que me han dado. Ahora estoy tranquilo, estoy saliendo en libertad y me estoy yendo a Rurrenabaque (…)”, dijo escuetamente Supa, quien señaló que ni bien llegue a su vivienda, en la comunidad de San Miguel, retomará las actividades como agricultor en su región.
Miguel Supa, oriundo de San Miguel, fue detenido el 27 de marzo en la comunidad de Chushuara donde se produjo una pelea por tierras entre campesinos e interculturales. Él había llegado hasta el lugar por la necesidad de trabajo. Debido a la denuncia, fue sacado de su medio de vida en la Amazonía para ser recluido en el Penal de San Pedro de la noche a la mañana. Su caso llamó la atención porque fue acusado a pesar de no tener nada que ver en el conflicto y su situación se vio agravada por la falta de documentos como su certificado de nacimiento y carnet de identidad, que imposibilitaba su defensa.
Su situación, que no veía ningún avance, cambió hace dos semanas. Inicialmente por cumplirse los seis meses de detención, pues en el marco del artículo 239 numeral 2 del Código de Procedimiento Penal, que señala que al haberse cumplido ese plazo procesal y al no existir una solicitud de ampliación de esta medida cautelar por parte del Ministerio Público procede a la cesación de la detención. Por otro lado, gracias a la colaboración de la Defensoría del Pueblo, Supa obtuvo un nuevo certificado de nacimiento y por primera vez sacó una cédula de identidad.
El corregidor de la comunidad de San Miguel, Noe Macuapa, anticipó que darán seguimiento al proceso contra el comunario, quien, por ahora, en el marco de las investigaciones, debe cumplir detención domiciliaria y sin derecho al trabajo. “Hay derechos indígenas que fueron vulnerados. Lastimosamente, la ambición por el oro provocó este conflicto. Este hermano salió por la situación económica, por trabajo y estaba en calidad de jornalero”, apuntó.
El traslado de Miguel Supa de La Paz hasta San Miguel comenzó minutos después de que salió de la cárcel de San Pedro. Inicialmente, y acompañados por un sargento de la Policía como escolta, los comunarios emprendieron el viaje hasta Rurrenabaque. “Ahí nos va a esperar un bote y llegaremos a la comunidad, esperamos que hasta la media noche. El oficial que nos acompaña tiene que tomar registro fotográfico del lugar donde le está dejando al hermano Supa y realizar un informe en el marco del proceso que sigue abierto”, explicó Macuapa.
El representante manifestó que en su región buscará reactivar la iniciativa turística comunal para ningún otro integrante salga a buscar trabajo fuera de su territorio y se vea involucrado en los conflictos por tierra en el norte de La Paz.
“Esto es un gran escarmiento para también recomendar a nuestros comunarios y comunarias que tengan cuidado al involucrarse en trabajos en otros territorios. A veces por el hecho de que ven nuestra condición indígena, nos vemos involucrados en hechos en los que ni siquiera participamos”, sostuvo.