Los tacana tienen una visión diferente sobre los acuerdos de concertación a la de los representantes del Estado:
65 metros de distancia
Según los indígenas, los puntos de tiro y las detonaciones no debían estar a menos de 65 metros de los árboles de castaña. El Gobierno pretendía que esta distancia fuera referencial y a ser confirmada mediante pruebas de campo.
Ninguna actividad sísmica entre enero y abril
Debido a que es la temporada de recolección de castaña, se acordó que entre enero y abril, no se realizaría ninguna actividad del proyecto sísmico en el territorio indígena Tacana II. La gente recorre el territorio y en su mayoría vive en los centros castañeros, tierra adentro. Por esa razón, no estaban disponibles para ninguna reunión comunal o de seguimiento a la ejecución del proyecto.
Un estudio a profundidad sobre la castaña y otros
Debido a que el Estado había descuidado la importancia clave de la economía de la castaña en sus estudios de línea base y de impactos socioambientales, se acordó la realización de un estudio consensuado de forma paralela a la ejecución del proyecto sísmico. La finalidad del estudio era identificar áreas de sensibilidad y necesidades de preservación o recuperación después del trabajo de exploración sísmica.