Apuntes emergentes
Para encarar el Censo de Población y Vivienda en el campo se debe reforzar el proceso de capacitación contextualizada
La etapa de capacitación a los censistas (empadronadores voluntarios y supervisores) es un proceso clave en la ruta crítica del Censo dado que ésta condiciona directamente los resultados finales. Mientras la capacitación sea eficaz, los empadronadores se desempeñarán mejor en el campo de acción, por lo tanto, la captura de datos brindará mejores resultados. Una buena capacitación puede contribuir a la mejora de ordenamiento de los datos, la reducción de los tiempos de supervisión y la validación de la información final, permitiendo además la posibilidad de subsanar algunas limitaciones de fondo que tiene el cuestionario censal.
Dentro del proceso censal, la ruralidad (área dispersa) tiene su propia dinámica social que a veces es compleja de abordar en cuestionarios que homogenizan espacios rurales y urbanos; y, en consecuencia, requiere mayor atención de los empadronadores y los supervisores. Las experiencias anteriores han mostrado falencias en el proceso de levantamiento de información que se han reflejado en la excesiva extensión de tiempos de corrección y de validación de información. En el peor de los casos, los datos no han mostrado de manera certera las transformaciones agrarias y rurales.
Una situación que normalmente ha surgido en los censos anteriores es que, frente al contexto de migración temporal, pluriactividad y multilocalidad, algunos gobiernos locales y dirigentes comunales instruyeron de manera obligatoria a sus pobladores “residentes” que retornen a sus comunidades en la jornada del Censo. Se adopta esta acción bajo el supuesto de que, con una mayor población, se tiene una mayor captura de coparticipación tributaria y otros beneficios de la inversión pública o el gasto público (ítems de educación, salud, etc.). Además de este empadronamiento forzado, en algunos casos se induce al doble empadronamiento (traslados durante el día del Censo), por lo tanto, se distorsiona la ruralidad. En ese marco, las acciones del INE para monitorear movimientos inusuales de la población y sensibilizar a las personas sobre la importancia de evitar los traslados durante el Censo, resultan esenciales.
Considerando este contexto, a continuación, se presentan algunas recomendaciones generales y específicas para la etapa precensal orientada a la capacitación del censo en el área rural.
Recomendaciones generales
- Hacer énfasis en las preguntas auxiliares
Brindar capacitación a los empadronadores en el manejo de preguntas auxiliares. Se trata de preguntas adicionales que permiten a los empadronadores, previo desglose de la batería de preguntas, explicar el contexto, introduciendo preguntas orientadoras adicionales, así como las explicaciones de las pautas del llenado de las respuestas abiertas. Como se desarrolla luego en este texto, esta técnica se puede aplicar concretamente en temas fundamentales, como, por ejemplo, la identificación del “jefe” o la “jefa” de hogar o la identificación de las comunidades según la clasificación constitucional (Art 3, CPE).
- Realizar una capacitación sensible al contexto sociocultural y geográfico
Los actores rurales son diversos no solo en cuanto identidad cultural y geográfica sino en su relacionamiento con el medio ambiente y las formas de hacer economía. La fase de capacitación de los empadronadores (censistas y supervisores) debe asegurar el entendimiento de las particularidades socioculturales y geográficas de cada zona, lo que facilitará la compresión, interpretación y aplicación de las preguntas. Algunas recomendaciones puntuales son: i) asegurar la comprensión previa del origen de las comunidades rurales según identidad cultural; ii) emplear traductores locales para pueblos indígenas, por ejemplo: los Ese ejja y Tsimane que solo hablan su idioma; y iii) destinar personal especializado en el abordaje de pueblos indígenas de alta vulnerabilidad y pueblos en contacto inicial.
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Recomendaciones específicas
- Usar los registros comunales como referencia
En áreas dispersas (rurales), durante el 2023 se ha realizado la actualización cartográfica, dónde se levantó información comunal que identifica características de cada comunidad a partir de la valoración y percepción de las dirigencias (mallkus, caciques, corregidores, capitanes, secretarios generales) de sus organizaciones. La valoración de la dirigencia es importante, pero en algunos casos suele incorporar algunos sesgos al responder a intereses sectoriales, por ejemplo, respecto a los estantes y residentes. Por lo tanto, se recuerda que el uso del criterio de las dirigencias comunales de ser solamente como referencia orientativa; los empadronadores deben mantener autonomía y rigurosidad técnica al momento del levantamiento de información familiar, más aún si pertenecen a la misma comunidad.
- Hacer una identificación previa del “tipo de comunidad”
En el área rural dispersa, durante la actualización cartográfica se ha podido identificar con cierta precisión el número de comunidades y su nombre, y a su vez se les ha circunscrito dentro de municipios y otras divisiones territoriales. Para tener una mejor clasificación del tipo de comunidad en el área rural, sobre todo en zonas del oriente donde coexisten distintos tipos de asentamientos humanos, durante el levantamiento de información a nivel de vivienda, en la casilla de ubicación se debería considerar anteponer al nombre del asentamiento las categorías establecidas en la Constitución (Art 3, CPE): comunidad indígena, comunidad campesina, comunidad intercultural, y en casos minoritarios pero igual de importantes, comunidad afro boliviana y colonia menonita.
- Identificar con claridad la Jefatura del hogar
En un contexto de feminización del campo y la migración acentuada de los varones, existen serios sesgos en cuanto a la identificación de la jefatura del hogar y el rol protagónico de las mujeres. Por la existencia de un sistema patriarcal y/o por la falta de información, en muchos casos se asume de forma mecánica al varón del hogar (padre, esposo, hijo varón) como jefe del hogar. Por lo tanto, se recomienda que la identificación de la jefatura del hogar (pregunta 22) debe estar precedida por una explicación previa que remarque que la jefatura del hogar se da al margen del sexo y edad de los miembros, como indica la boleta censal. Asimismo, durante la capacitación, el INE debe ampliar el entendimiento sobre la jefatura del hogar y su relación con la toma de decisiones y las responsabilidades de los miembros.
- Ajustar el abordaje de la población menonita
Una particularidad demográfica en el área rural en tierras bajas es la presencia de colonias menonitas. Aunque sus miembros han nacido en el país, son poblaciones que sostienen características propias como las religiosas, culturales y productivas casi al margen de la sociedad nacional y, sin embargo, no existe información actualizada sobre el tamaño de esta población y sus características.
En este contexto, es necesario que durante la aplicación de cuestionario, en las preguntas abiertas de identificación de idioma (pregunta 32 referida a lengua que habla y pregunta 33 sobre el idioma en el que aprendió hablar) se pueda identificar o precisar el “alemán menonita”, dado que si sólo se pone “alemán” es posible una confusión con el idioma propiamente alemán de otros residentes. De manera similar, es importante explicitar en la ubicación de la vivienda (Capitulo A, pregunta 6), la pertenencia a una colonia menonita.
- Identificar con precisión a las comunidades interculturales
En los últimos años, dentro de los cambios agrarios en zonas de ampliación de la frontera agrícola de tierras bajas, ha habido una amplia distribución de tierras fiscales en favor de nuevas comunidades campesinas y de colonizadores, ahora conocidas como interculturales. Se trata de comunidades con características propias que difieren de las comunidades campesinas e indígenas. Por lo tanto, es importante identificar esta particularidad mediante la ubicación de la vivienda (Capitulo A, pregunta 6) que precise que se encuentra en una comunidad intercultural.
- Considerar el envejecimiento de la población
El retorno de residentes a sus comunidades durante la jornada del censo podría distorsionar la estructura de la población rural marcada por el envejecimiento de los miembros. Es decir, la presencia de residentes más jóvenes podría reflejar un rostro más joven del campo. Esta presencia forzada de los comunarios jóvenes, sin embargo, no solo reduce la preponderancia de los adultos mayores, sino que desplaza el rol permanente de los adultos mayores como jefes del hogar en regiones marcadas por migración. Por lo tanto, se recomienda que durante la identificación de la jefatura de hogar (Pregunta 22) se considere la permanencia a lo largo del año y la toma de decisiones cotidianas más que la edad.
El Censo es una importante oportunidad para obtener información indispensable no solo para la planificación pública, sino también para comprender la realidad social de un país. De ahí la importancia de contar con datos de calidad, especialmente en áreas rurales donde la información certera y precisa es más necesaria.