La puesta en práctica de la gestión comunal de los derechos de propiedad de la tierra en comunidades del altiplano paceño es un proceso complejo con múltiples aristas. Por ejemplo, existen dificultades internas y externas en el saneamiento de predios individuales y comunales. Para conocer una de estas controversias el vicepresidente del Comité de Saneamiento de Uricachi Chico, Leocadio Quenta, explica cómo su comunidad trabaja para resolver los conflictos internos y externos.
¿Cómo va el saneamiento de tierras en Uricachi Chico?
Estamos en ese proceso todavía, no hemos concluido con el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). Recién estamos programando para establecer el límite externo, luego entraremos a la parcelación individual. Nos ha costado un poco avanzar este proceso porque hemos tenido algunas interferencias de parte de la comunidad Qalaque.
Hace años atrás los comunarios de Qalaque han comprado parcelas que pertenecían a exhaciendas situadas dentro de la comunidad Uricachi Chico. Ahora ellos quieren que nosotros pertenezcamos a Qalaque, pero para eso no hay continuidad territorial. De acuerdo con las leyes en vigencia, en primera instancia la Constitución Política del Estado (CPE) Art. 13 y 30, nos permite la libre determinación de todo aquello. Entonces nosotros no podemos aceptar fácilmente la idea de ellos, ese es el conflicto. No es un conflicto sino el desentendimiento que ellos nos provocan. Nosotros entendemos todo. Ahora que las leyes han cambiado ya no hay cantones, son distritos municipales, nosotros nos podemos integrar a un distrito municipal que ellos puedan conseguir pero tampoco están en eso, sino que un poco les falta la información.
¿Cómo piensan resolver el conflicto?
Hemos tenido acercamientos a Qalaque, pero no solo se trata de pertenecer o no a esa comunidad. Hay otros elementos. Ellos plantearon tres puntos: el primero sobre el movimiento de los mojones de linderos comunales, luego la construcción de tres viviendas de familias de Uricachi Chico en supuesto territorio de Qalaque y finalmente la anexión a esa comunidad.
¿En qué etapa están las tratativas?
Ya estamos avanzando y casi ya hemos resuelto el problema de los mojones. El problema de las viviendas todavía no. Uricachi Chico se benefició con la construcción de 11 viviendas de interés social del programa Evo Cumple y los comunarios de Qalaque reclaman por tres de estas casas. Dicen que están en su territorio. Entonces en la comunidad decidimos que esas tres familias deberían pagar a Qalaque. Eso se aceptó y ahora sólo resta negociar el precio. Ellos quieren un precio similar a los precios comerciales a las viviendas de la ciudad El Alto. Nosotros decimos que eso no puede ser porque estamos en el área rural y el valor de las casas es más bajo.
¿Esta es la única alternativa para resolver el problema?
Nosotros estamos pensando en conformar una mancomunidad porque pertenecemos al municipio de Santiago de Huata.
Sin embargo, estos tres temas nos han traído un problema porque han paralizado el proceso de saneamiento que estábamos iniciando en el INRA. Las autoridades de Qalaque han planteado al INRA que ambas comunidades deben hacer conjuntamente el proceso de saneamiento, entonces el INRA detuvo el proceso hasta que ambas resolvamos nuestras diferencias. Hace algún tiempo atrás acordamos con Qalaque trabajar el saneamiento en forma conjunta y ahora ellos aprovechan esto para paralizar el trámite ante el INRA, a pesar que nosotros ya pagamos el 50 por ciento del costo de ese trabajo.
¿Cuáles son las perspectivas inmediatas?
Hemos concertado una reunión con los representantes de Qalaque para poder continuar con la solución de la controversia entre ambas comunidades.
¿Qué pasa al interior de su comunidad?
Internamente, estamos organizados en 24 familias, no tenemos mayores problemas. Solo una familia tiene algunas controversias entre hermanos, pero eso estamos encarando entre el Comité de Saneamiento y las autoridades.
Cada familia tiene entre ocho a diez personas, quiero decir diez hermanos. Así hemos entrado en la lista, ellos ya son los futuros beneficiarios, después de sus padres de acuerdo con los títulos ejecutoriales.
¿Cuál es la situación de los comunarios con doble residencia?
Una parte mínima vive en la ciudad, otra parte ha migrado a Argentina, alguno que otro a Brasil, pero tenemos un estatuto elaborado que toma en cuenta a todos ellos, porque no solamente es en nuestra comunidad sino en casi todas las comunidades del departamento tenemos ese tipo de personas o afiliados. Nosotros llamamos afiliados. Tenemos afiliados con residencia fija en la comunidad, los que viven realmente en la comunidad y otros afiliados con residencia en la ciudad o mixta. Éstos son residentes que viven temporalmente fuera de la comunidad. En las épocas de siembra y cosecha van a la comunidad y cumplen con los usos y costumbres así como está establecido. Hay una comprensión única como es pequeña la comunidad, hay una vida armónica y de entendimiento.