El presidente Evo Morales, fue cuestionado por varias organizaciones sociales e instituciones que consideran que su advertencia para desarrollar el proyecto de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos sostiene un doble discurso entre la defensa de la Madre Tierra y la explotación de los recursos naturales afectando a áreas protegidas, como el caso del TIPNIS.
Morales dijo un día que él era defensor de los derechos de la Madre Tierra y que su defensa era más importante que la defensa de los derechos humanos. Asimismo, se comparó a los protagonistas de la película Avatar, donde se muestra una visión oscura de la naturaleza depredadora humana y aquellos que defienden la vida.
Pese a estos discursos, la carretera podría afectar al territorio protegido donde viven pueblos indígenas de tierras bajas. Dirigentes originarios denunciaron además que con este proyecto se afectará al ecosistema, además de fomentar el tráfico de madera, abrir caminos para el narcotráfico y también explorar campos petroleros en la región.
CONAMAQ
La representación insitucional que defiende a estas regiones se establece en la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob). Una marcha anunciada para los primeros días de agosto busca reivindicar sus derechos, además de solicitar mayor diálogo y respeto al derecho a la consulta previa. El Consejo Nacional de Markas y Allyus del Qullasuyu (Conamaq) anunció su respaldo.
El dirigente del Conamaq, Rafael Quispe sostuvo recientemente que se trata de defender el medio ambiente y ecología del país, venida a menos por las acciones depredadoras de empresarios madereros, buscadores de oro, traficantes de flora y fauna y otras plagas que aniquilan el hábitat de los pobladores del Tipnis.
El dirigente reiteró que la construcción de la carretera, más allá de lo que afirman y pregonan las autoridades de Gobierno, sólo beneficiará a los grandes empresarios de Bolivia, Brasil y Chile, y afectará a los pueblos indígenas que viven en la zona.
TIPNIS
El Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) fue descrita por un reportaje del periódico The Guardian, donde además se hacen referencias sobre otros intereses que apelan a ingresar a la región protegida.
La selva boliviana es un lugar de inexplorada belleza natural. Calificada como la octava en el mundo por su biodiversidad, más de la mitad de Bolivia sigue cubierta de reservas forestales.
El TIPNIS no es la excepción. Es el hogar de miles de especies de aves, mamíferos y plantas. Pero también es uno de las más pobres áreasen Latinoamérica.
Con sus 2.5m de acres, el TIPNIS es doblemente protegida como parque y territorio de indígenas moxeños, yuracarés y chimanes.
"Si el Gobierno quiere traer maquinaria pesada a avasallar nuestros derechos, ellos comenzarán un conflicto con nosotros", dijo Mauricio Cuéllar, uno de los líderes.
"Nosotros vemos una enorme contradicción entre lo que él dice y lo que realmente es", dijo María Lohman de la organización Somos Sur. "Vemos la depredación de recursos. El año pasado 740 mil acres fueron chaqueados – quemados".
Para Daniela Leytón, politóloga de Kandire, una organización que busca consensuar la paz a través de la protección de los derechos humanos cree que la promoción de estos conflictos repercuten en su imagen internacional además de revitalizar su política interna.
Para Leytón, la carretera TIPNIS es el claro ejemplo del doble discurso del presidente. Las reservas de gas natural podrían encontrarse entre los límites del parque y las compañías petroleras necesitan del camino para explorar.
BUSCAN CONSENSO
La Fundación Taller de Iniciativas en Estudios Rurales y Reforma Agraria (TIERRA) lamenta que en la actualidad no exista en el gobierno "voluntad política" para que las instancias pertinentes ejecuten una consulta a los pobladores del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) para la construcción de la carretera que una Cochabamba con Beni.
"No hay de voluntad política de aplicar el derecho a la consulta porque sería iniciar un proceso que dure semanas o meses", aseguró el director de la fundación Tierra Gonzalo Colque.
El TIPNIS, una TCO titulada por el gobierno que tiene más de un millón de hectáreas a favor de los habitantes de la zona. También es área protegida y al sur tiene la "línea roja" que la divide con la zona colonización donde hay plantaciones de coca en el trópico de Cochabamba.