La Fundación TIERRA, este año, en diferentes municipios, ayudó a 400 parejas para que se casen por lo civil en ceremonias colectivas
Rosendo Flores y Máxima Yampara, una pareja de campesinos de la localidad de Labran Mayu (Tarabuco) desde hace 20 años que convivían juntos y fruto de esa relación tuvieron ocho hijos; sin embargo, por la ausencia de un certificado de nacimiento original y consecuentemente de una cédula de identidad, nunca pudieron contraer el matrimonio civil, por lo que carecían de derechos y obligaciones como pareja ante las leyes.
Al igual que Rosendo y Máxima, centenares de parejas en el área rural no cuentan con su documentación personal; esa documentación tiene algunos errores que no fueron corregidos a tiempo, o su trámite quedó en el olvido y las parejas optaron por el concubinato y en algunos casos, el matrimonio religioso, pero que para trámites legales, ninguno de los dos está reconocido por la Constitución Política del Estado.
EL MATRIMONIO COLECTIVO
Felizmente, para 48 parejas del municipio de Tarabuco este problema, ayer, llegó a su fin. Con la colaboración de la Fundación Tierra, que les ayudó a realizar sus trámites en el mismo lugar de residencia, pudieron regularizar su documentación y ayer contrajeron matrimonio civil en un evento masivo que se realizó en la sede de la Centralía Provincial Carrillo Calizaya, de Tarabuco.
En un ambiente de mucha alegría, cada una de las 48 parejas, en su mayoría luciendo trajes típicos de la cultura Yampara, se presentaron ante las oficiales de Registro Civil de Tarabuco, Elizabeth Zárate y Shirley Echalar, para decir "sí quiero casarme" y luego recibir su Certificado de Matrimonio y su Libreta de Familia.
La ceremonia civil, a la que asistieron unas 200 personas entre autoridades del Municipio de Tarabuco, Fundación Tierra, testigos, familiares y prensa de Sucre, además de la particularidad por lo masivo, no estuvo exenta de la formalidad de cualquier matrimonio civil con las recomendaciones, en quechua, por parte de las oficiales de Registro Civil.
"El matrimonio civil es muy importante porque es el único que está reconocido por las leyes y por eso es público, para que conozcan nuestros familiares y amigos. No se puede celebrar un matrimonio civil a escondidas, sin avisar a nadie, porque podría ser anulado", aclaró, en idioma quechua, la oficial de Registro Civil de Tarabuco, Elizabeth Zárate.
En el matrimonio colectivo se pudo observar a algunas parejas jóvenes, pero predominaron las parejas de personas mayores que en algunos casos declararon tener incluso 45 años de convivencia.
"Estamos muy contentos porque gracias a la ayuda de la Fundación Tierra, hemos podido regularizar nuestra documentación y ahora nos hemos podido casar", manifestó Máxima Yampara, visiblemente emocionada.
Según la oficial de Registro Civil Zárate, la esposa y los hijos son los más beneficiados porque podrán ejercer sus derechos y obligaciones de acuerdo al Código de Familia.
"Antes, por falta de documentos, no podían declararse herederos ni hacer contratos de compra venta y los hijos tenían que ser reconocidos, pero ahora van a poder hacer todos los trámites legales y los hijos serán hijos legítimos", explicó Zárate.
FUNDACIÓN TIERRA
Con el objetivo de regularizar la documentación de las familias del área rural, desde el año 2004, la Fundación Tierra lleva adelante el proyecto de matrimonios colectivos, y hasta la fecha logró colaborar a más de mil parejas.
Sólo en la gestión 2011, la Fundación celebró diez matrimonios colectivos logrando regularizar la documentación de 400 parejas de los municipios de Tomina, Villa Serrano, Azurduy, Tarvita, Presto, Icla, Sopachuy, Zudañez, El Villar y Tarabuco.
"Este proyecto, más allá de regularizar la documentación personal, está pensando en el derecho al acceso a la propiedad agraria, más que todo de la mujer, porque sabemos que para gente del área rural, la propiedad agraria se constituye en un elemento fundamental", manifestó la directora de la Fundación Tierra, Carmen Rosa Gonzales.
La ceremonia de ayer, en Tarabuco, fue el cierre del proyecto en esta gestión; sin embargo, Gonzales anunció que el próximo año continuarán con el proyecto, llegando sobre todo a comunidades lejanas.
"Este año hemos celebrado matrimonios colectivos en comunidades alejadas, que incluso no llega el vehículo, y para el año vamos a continuar con el proyecto", comunicó Gonzales.
Comunidades como Cruz K'asa (Tarvita), Amancaya (Sopachuy), Jatun Molino (Icla) Rodeo El Palmar (Presto), son algunas a las que llegó la Fundación Tierra con el proyecto.
"A la mayoría de las parejas les faltaba algo o estaba mal su documentación, entonces no podían casarse y la Fundación Tierra ha llegado hasta sus comunidades a sanear sus documentos, sus certificados de nacimiento, y con campañas de carnetización, y ahora con la campaña de matrimonios colectivos", dijo Gonzales.