A un día de la finalización oficial del Censo Nacional Agropecuario, el Instituto Nacional de Estadística (INE) a través del Coordinador Nacional de ese registro Marco Muñoz, admitió algunas deficiencias en el proceso de empadronamiento, pero afirmó que hubo una destacada participación de los productores en todo el país. El operativo se inició en Jesús de Machaca-La Paz el 29 de septiembre pasado y convocó el trabajo de 8.849 personas, a escala departamental, municipal y en las comunidades.
La cartografía censal es una de las deficiencias en el empadronamiento que se arrastra desde el Censo Nacional de Población y Vivienda 2012. Las brigadas de empadronamiento recibieron una cartografía del año 2008 para hacer el registro. Cuando se llegaron a las comunidades tuvieron que actualizar esa información con ayuda de los productores, como sucedió en la comunidad Marca del municipio de Coroico. Allí la jefa de brigada Edmi Vianei Quispe, explicó que tenían "el derecho de actualizarla porque cada año se incrementan las viviendas".
Guillermo Quenta, jefe de brigada de una de los segmentos censales en San Andrés de Machaca, explicó que en todas las comunidades en que trabajó su equipo actualizó "los lugares que no estaban tomados en cuenta, tanto los cerros como los ríos, o caminos y el nombre de las estancias. Hemos actualizado en todas las comunidades".
Esta labor no fue fácil en todos los casos: Quispe afirma que en algunas comunidades el croquis fue uno de los "problemas significativos" debido a que "los dirigentes o las mismas personas de las comunidades no quieren brindar información o colaborarnos con la ubicación de las viviendas".
A pesar de aquello, Muñoz afirmó que ese material formará parte "de la cartografía actualizada". Además explicó que cada comunidad tiene un punto georeferencial que es registrado, precisamente, por el jefe de brigada.
Censo en la comunidad
Fundación TIERRA pudo constatar que en la comunidad Marca, los empadronadores no visitaron las unidades productivas agropecuarias (UPA) y censaron a los comunarios en la sede de la comunidad, aprovechando que estaban reunidos en una asamblea.
Quispe explicó que debido a contratiempos en algunas comunidades su brigada no pudo cumplir el cronograma de trabajo trazado al inicio del empadronamiento y que contemplaba las 13 comunidades de su área censal.
"Durante nuestro trabajo se presentaron problemas de límites entre dos comunidades. Ese problema se solucionó en una semana. En otra comunidad hubo un conflicto porque había dos secretarios generales de la misma organización y no sabíamos cómo llenar la Boleta Comunal".
Pedro Cruz Villazante, secretario General de Marca explicó que los comunarios propusieron la idea de realizar el censo en la comunidad aprovechando la asistencia de los productores a la asamblea mensual ordinaria. "Lastimosamente se está llenando acá por no perder esta oportunidad", afirmó el dirigente.
Muñoz sostuvo que esa no era una práctica deseable, pero que ese procedimiento no invalidaba la metodología del empadronamiento. Consultado sobre si esa forma de trabajo se repitió en alguna otra parte del país dijo: "Es difícil. Son 20 mil comunidades (en todo el país), son 339 municipios. Es difícil tener el control absoluto de todo esto. Pero en más de una comunidad puede haber sucedido".
Susceptibilidad por impuestos
Algunos de los comunarios tenían la idea, bastante común frente a los censos y encuestas, de que el censo agropecuario serviría para cobrar impuestos. Eso fue patente, sobre todo en los primeros días del operativo, según explican Quispe y Quenta por separado.
Edmi Quispe comentó que al principio hasta el 70 u 80 por ciento de las personas en Coroico tenían la idea de que el censo agropecuario era para cobrar impuestos. La situación cambió con la socialización que hicieron a través de las autoridades de los sindicatos agrarios y la distribución de material impreso. Guillermo Quenta explicó que en San Andrés de Machaca se optó por hablar con las autoridades originarias de los ayllus y en todas las reuniones previas al inicio del empadronamiento.
Los empadronadores sufrieron el rechazo de los productores. Quispe comentó que en algunos casos les cerraron las puertas y hubo un comunario que liberó a sus perros para hacer correr a los funcionarios del INE.
Más de 90 por ciento de avance
Hasta la fecha el INE informó que los empadronadores terminaron su labor en Oruro, Chuquisaca y Pando. Se espera que hasta mañana los otros departamentos completen el registro censal. En algunos lugares de Beni y Santa Cruz la labor se extenderá por unos días más. Pero, hay algunos lugares en los que el Censo no pudo ingresar, es el caso de la comunidad Centro Capi del municipio de Escara en Oruro. Allí, según Muñoz, la mitad de la comunidad no acepta el censo y por tanto no se podrá contar con los datos de esos productores que representan aproximadamente 50 familias.
En el distrito 8 de Chuquisaca algunos ayllus pensaron que el censo podía desestructurar sus organizaciones productivas y eso provocó temores en los comunarios. "Pero es un porcentaje bajísimo", según Muñoz.
En una evaluación preliminar, Muñoz afirmó que hubo un alto nivel de participación en todos los departamentos y que los empadronadores contaron con la colaboración de las organizaciones de productores.