El Instituto Nacional de Estadística (INE) está organizando el tercer censo agropecuario en Bolivia a realizarse entre el 15 de septiembre y fines de octubre de la presente gestión, 29 años después del segundo, es decir, que el país actualizará la información estadística de su sector agropecuario después de tres décadas.
El INE afirma en documentos oficiales que el objetivo general del Censo Nacional Agropecuario (CNA) es: "Contar con información actualizada del sector agropecuario sobre uso y tenencia de la tierra a través de la cuantificación de las Unidades de Producción Agropecuaria (UPAs), para establecer políticas, planes y estrategias que favorezcan el desarrollo de este sector".
En otro documento el INE sostiene que es necesario conocer los cambios que se producen en "la estructura de producción agropecuaria en el país", puesto que estas modificaciones obedecen "a cambios sistémicos como la tenencia de la tierra, aplicación de nuevas tecnologías y economías de escala".
Ensayando una comparación con los objetivos que persiguió el segundo censo agropecuario boliviano y los buscados por los censos en otros países, se aprecia que la medición de la tenencia de la tierra está presente en todos los países.
El segundo CNA boliviano buscaba en 1984 "Determinar las características esenciales de la estructura del sector agropecuario...". En Chile, el VII Censo Nacional Agropecuario y Forestal 2006 – 2007, tenía como uno de sus objetivos: "Identificar y dimensionar en forma estadística los atributos de la población objetivo, su condición productiva, de propiedad, de trabajo, de género entre otras variables socioeconómicas...".
En México, el VIII Censo Agrícola, Ganadero y Forestal realizado en 2007 tuvo el objetivo de: "Captar información estructural del sector agropecuario y forestal e información básica sobre las características económicas y tecnológicas de las unidades de producción"; mientras que en los objetivos del IV Censo Nacional Agropecuario, realizado en Perú en 2012, se puede leer que "...la realización de IV Censo Nacional Agropecuario (IV CENAGRO) permitirá conocer la actual y real estructura agropecuaria nacional...". Finalmente, el Censo Nacional Agropecuario realizado en Ecuador en 2000, buscaba: "Determinar la estructura actual del sector agropecuario mediante la generación de información sobre variables de evolución lenta".
Como es lógico, a los objetivos citados les corresponden preguntas pertinentes cuyas respuestas permiten conocer datos sobre la tenencia de la tierra. En la boleta censal para el tercer CNA en Bolivia se encuentran tres preguntas relacionadas con esta temática. La primera indaga sobre el tipo de tenencia y la superficie. El sujeto censado podrá escoger una de las siguientes opciones de respuesta: En propiedad, Cedida por la Comunidad, En arriendo, Cuidada y Al partir o al partido.
Las personas que respondieron "En propiedad" deberán complementar la información indicando cómo obtuvo esa propiedad. Entonces deberá escoger entre las opciones si fue por herencia, por compra, por donación o por adjudicación.
En el censo de 1984 se preguntó cuál fue el régimen de tenencia de la Unidad Agropecuaria, y las respuestas posibles fueron: en propiedad, alquiladas con pago en dinero, especie o ambas, o con prestación de servicios, tenencia por ocupación de hecho, recibidas de la comunidad, u otra forma de tenencia.
De igual manera en Chile se preguntó sobre la forma de tenencia y los productores censados debieron responder escogiendo una de las siguientes alternativas: propia con título inscrito o irregular, recibida en goce o regalía, tomada en arriendo, recibida en mediería, cedida u ocupada.
En México la pregunta sobre tenencia identificó si los predios eran de propiedad del productor, eran rentados (alquilados), tomados a medias o en aparecería, eran prestados, o se clasificaban dentro de otra forma de tenencia.
En Perú los productores fueron clasificados en propietarios con título inscrito o no inscrito en registros públicos; propietarios sin título, pero trámite, o sin trámite. Las otras clasificaciones fueron: comunero, arrendatario, posesionario y otra forma de tenencia.
Finalmente en Ecuador la clasificación de los terrenos por la forma de tenencia identificó a propietarios con título, ocupados sin título, arrendados, tenencia por aparecería o al partir, como comunero o cooperado y los que estaban bajo otras formas de tenencia.
Después de revisar los objetivos y las preguntas consecuentes del censo agropecuario a la luz de la comparación con censos realizados en otros países consideramos que en nuestro caso es fundamental conocer la estructura agro-productiva nacional actual; para ello, es imprescindible saber quién produce y bajo qué modalidad de tenencia de la tierra, es el propietario (independientemente si está con sus títulos totalmente saneados), es un usufructuario, es un productor al partir, o inquilino, o miembro de una entidad colectiva, por citar algunos casos. Algunas razones adicionales para la necesidad de considerar tenencia y acceso a la tierra en el Censo Agropecuario que creemos importantes son:
El diseño inicial del Censo agropecuario privilegió el recojo de información estructural de la realidad agro-productiva del país. Por esta razón se hizo énfasis en el componente de la propiedad agraria (de la tierra) y se dejó la parte productiva en un nivel de relativa profundidad, ya que para ello, además, hay otros instrumentos estadísticos como la Encuesta Nacional Agropecuaria, que es más apropiada para recoger las características de los sistemas productivos (la última se realizó el 2008).
En contra partida, no se puede esperar obtener la información sobre propiedad de las unidades productivas agropecuarias a través de otros mecanismos como el saneamiento de tierras ya que la información del saneamiento brinda datos relativamente confiables sobre parcelas en propiedad, su extensión, y por lo mismo, su categoría (clasificación de propiedad: pequeña, mediana, empresa, comunidad, TCO), pero no sobre su uso. La base de datos del INRA considera una variable adicional – la calificación de la propiedad- que hace referencia a su uso agrícola, ganadero, agropecuario u otro; sin embargo, la veracidad de este dato deja mucho que desear y no sirve para conocer la realidad productiva. El Censo agropecuario permitiría enlazar el dato de la propiedad con el dato de su uso productivo de manera certera y esto es fundamental para generar políticas de desarrollo más focalizadas y especializadas en cuanto a sector productivo, tipo de productores, cultivos, región, etc.
Si bien existe algo de información respecto a la tenencia de la tierra en las bases de datos del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), el recojo de esa información aún no ha terminado y no se espera que concluya en el corto plazo, al contrario, es posible que el plazo del saneamiento se amplíe por unos cinco o seis años más. Pero cuando el saneamiento termine, la información de los primeros años de ese proceso estará desactualizada porque la propiedad de la tierra cambia de manos rápidamente.
Esa es otra razón adicional para incluir el componente de tierras en el Censo agropecuario: no existen datos que nos permitan comprender mejor el mercado de tierras en distintas zonas del país y tampoco cifras sobre las diferentes modalidades de acceso a la tierra (herencia, compra venta, etc.).
Las preguntas sobre formas de acceso a la tierra buscan recoger datos sobre alquiler de tierras y otras formas de arrendamiento, que es otra situación de la cual sólo existe la sospecha de algunos elementos: no se sabe a ciencia cierta la dimensión de los mercados de alquileres de tierras en comunidades campesinas y en zonas agroindustriales y se supone que su importancia debe ser muy grande, dadas las limitaciones de minifundio en tierras altas y los cuestionamientos a propietarios extranjeros en tierras bajas. Se supone que un buen porcentaje de brasileros soyeros alquilan tierras a propietarios cruceños mientras que otros las compran, pero no tenemos la información real y actualizada.
Finalmente, con las indagaciones sobre tenencia y acceso el Censo también debiera permitir comprender mejor la multipropiedad y el manejo de pisos ecológicos.
Estas son las razones por las que es importante que el Censo Nacional Agropecuario debe ineludiblemente identificar las formas de tenencia de la tierra de todas las unidades productivas agropecuarias.