Ante la expansión de cultivos de quinua a escala mundial, es urgente para Bolivia la denominación de origen del llamado Grano de Oro. Este es uno de los criterios que se desprenden de las deliberaciones realizadas en el IV Congreso Mundial de la Quinua que concitó la presencia y ponencias de 18 países y tuvo lugar en la ciudad ecuatoriana de Ibarra entre el 8 y el 12 de julio, en el marco del año internacional de la quinua.
Las recomendaciones del evento se hacen eco de la situación porque en ellas se lee que "los países desarrollados lentamente en un comienzo pero cada vez más aceleradamente se han apropiado de este recurso".
Seguidamente los congresistas afirman que si los países de donde es originaria la quinua no hacen algo por defender el grano de oro pronto, corren el riesgo de perder ese patrimonio "como muchos otros productos" anteriormente. El registro de origen de la papa es uno de los casos más notorios.
¿Cómo explicamos este riesgo?
El cultivo de quinua se ha expandido en varios países del mundo. En el congreso ecuatoriano se mostró que la expansión fue paulatina pero sostenida. Actualmente, Bolivia es el principal país productor y exportador de quinua a nivel mundial, seguido por Perú. Sin embargo, en los últimos años ha proliferado el cultivo fuera de la zona andina en varios países de Europa (Francia, Dinamarca, Italia, entre otros), Canadá, EE.UU. Además existen parcelas experimentales en Egipto, Marruecos, Siria, Turquía e incluso la China.
A través de una sucesión de mapas, el agroecólogo Didier Bazile de Investigación sobre Agricultura para el Desarrollo (CIRAD) por su sigla en francés, muestra la expansión de los cultivos, clasificados por mayor productor, productor intermedio, pequeño productor y país experimentador entre 1973 y 2013. En los gráficos se observa cómo en 40 años la cantidad de productores creció de 6 a 13 países en todo el mundo. (Ver mapas).
Esto es consecuencia del incremento de la demanda mundial y la presión para masificar la producción de quinua con modelos agrícolas convencionales, de acuerdo con la síntesis de una conferencia magistral que se impartió en el congreso.
"Dada la expansión del cultivo de quinua a nivel mundial y el desequilibrio en el acceso a tecnologías e investigaciones entre países del norte y del sur, ¿qué medidas se prevén tomar para evitar que los mercados estén inundados por quinua europea, canadiense u otra en el futuro; poniendo en riesgo a la producción, la comercialización y el ingreso de los productores en los países andinos?"; cuestionó Rossmary Jaldín, investigadora de la Fundación TIERRA durante el congreso.
¿Qué se puede hacer ante esta situación?
En el congreso se propusieron algunas ideas que pueden servir para diseñar líneas de acción específicas sobre esta temática. Entre ellas está el desafío de "Encontrar una forma para que se reconozca el origen andino de la quinua y los otros granos mediante algún tipo de certificación", propuesto en la Sala 4, referida al "Valor nutricional, agroindustria, mercado y economía social y solidaria".
Parece ser que esa propuesta de desafío responde lo planteado en una de las conferencias magistrales, a saber: "Los países andinos requieren continuar diferenciándose a nivel global por la calidad de la quinua que exportan (quinua orgánica), buscar estrategias como las denominaciones de origen y la agregación de valor".
Bolivia cuenta con una ventaja excepcional con relación a los otros países y es que la Quinua Real, la variedad más demandada a nivel mundial, crece exclusivamente en la zona intersalar del Altiplano Sur boliviano, entre los salares de Uyuni y Coipasa; por ello, una de las formas de hacer frente a este riesgo es acelerar la certificación de denominación de origen, que permita posesionar la Quinua Real en los mercados globales y reconocerla como grano andino boliviano.
Ver infografía: Extensión de cultivo de quinua