En medio de una indignación generalizada porque se da más atención a la pugna política del Movimiento Al Socialismo (MAS) en La Paz y a las actividades de la Expocruz y la celebración de la efeméride en Santa Cruz, este 24 de septiembre cientos de habitantes del municipio de Concepción, en la Chiquitanía, salieron a protestar por falta de atención de las autoridades para mitigar el fuego que castiga a esa región desde hace casi dos meses.
Los incendios forestales crean una profunda sensación entre bolivianas y bolivianos de que los bosques han sido abandonados y han caído en manos de quienes lucran con la explotación de los recursos naturales. Cada año, la superficie afectada por el fuego supera los cuatro millones de hectáreas. Desde donde sea que se vea, es una cifra alarmante.
La era de los biocombustibles no tiene quien le produzca la materia prima. ¿Debería utilizarse las tierras rurales para producir alimentos o combustibles? Ésta es la pregunta que fragmenta a los agricultores llamados a producir la palma aceitera.
Un grupo de 80 instituciones, organizaciones y articulaciones de la sociedad civil ha emitido una carta abierta dirigida a la población boliviana, así como a los órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial, medios de comunicación y cooperación internacional en la que instan a tomar acciones concretas frente a los incendios en Bolivia.
El municipio de Tiahuanacu, conocido mundialmente por su patrimonio arqueológico y cultural, enfrenta una problemática cada vez más preocupante por la falta de agua. Los efectos del cambio climático, la disminución de precipitaciones y la sobreexplotación de los recursos hídricos han comenzado a afectar a sus comunidades, por lo que la población ha decidido tomar acciones para preservar este importante recurso.
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